martes, 29 de octubre de 2013

MIRADA ORALISTA

Por otra parte, el caso más común de la persona sorda aislada, retrasada intelectualmente y privada de educación, viene a reforzar esta idea. De dos hechos concomitantes: ausencia de palabra – ausencia de pensamiento abstracto se deduce una relación causa – efecto: la ausencia de palabra implicaría la ausencia de pensamiento abstracto. De esta noción de implicación deriva necesariamente. Idea que se apoya también sobre hechos a menudo concomitantes: existencia de palabra – existencia de abstracción. Es esta la idea que prevaleció en la voluntad de enseñar a hablar a los sordos. Esta perspectiva oralista fue impulsada y apoyada por el descubrimiento de los restos auditivos en algunos sordos. Ya bajo el régimen de Augusto, Celso, médico latino, sostenía que no existía sordera absoluta y que se podía enseñar a los sordos, con un determinado grado de audición, a hablar de cierta manera. Las anécdotas de los “sordos que hablan” contribuyen a dar forma a esta perspectiva.  

0 comentarios:

Publicar un comentario